Desde que el hombre la inventó, la bicicleta se transformó en el medio de transporte más sano, ecológico, seguro y y económico para trasladarse tanto en las grandes ciudades como en zonas rurales, a lo largo de todo el mundo.

Las bicicletas fueron muy populares antes de la llegada del siglo XX y, tuvieron su plenitud entre los años 1950 y 1980, logrando que en esos años la industria las dotara de avances tecnológicos e innovaciones mecánicas para hacerlas más rápidas, livianas y deportivas.

Fue durante esos años cuando Pedro Omar Caíno escribió con su bicicleta una de las historias más gloriosas del ciclismo en Argentina, logrando que su ciudad de La Paz y su querida provincia de Entre Ríos se conocieran en todo el mundo. Desde sus inicios hasta su retiro ganó prácticamente todo, alcanzando una plenitud deportiva impensable para quedar dentro del podio de los grandes de todos los tiempos.

Su conocimiento y experiencia en el mundo del ciclismo, y la constante insistencia de sus colegas, lo llevaron a la apertura de su propia fábrica donde se propuso idear modelos que hoy se han multiplicado a lo largo de Argentina y todo el mundo, desde su querida ciudad entrerriana de La Paz.

Hoy, la empresa familiar sigue intacta, continuando todos los días con el mismo espíritu de sacrificio, voluntad y amor incondicional que Pedro le impregnaba a toda bicicleta que pasaba por sus manos.

Nos propusimos día a día enaltecer la leyenda, mantenerla viva, enseñarla a quién quiera escucharla, porque la vida y el paso del tiempo nos fueron enseñando que no es lo mismo una bicicleta que una Caíno. Las primeras ruedan, las Caíno simplemente vuelan.

La Historia de Pedro Caíno